¡¡¡Un toque
de ingenuidad!!!
Superficies
sensibles al tacto….
Una superficie sensible a la presión y de bajo coste podría
hacer que las superficies fueran más inteligentes. Son superficies delgadas que
responden precisamente a la presión de no sólo los dedos sino de un amplio rango
de objetos, tal y como un pie, un bolígrafo o un palillo de tambor. Y es capaz
de sentir varios objetos al mismo tiempo.
La idea para crear este tipo de superficie se le ocurrió a
Rosenberg, estudiante de postgrado en NYU, hace unos años cuando se encontraba
trabajando en un polímero conductivo denominado como tinta de resistencia
sensible a la presión, que a menudo se utiliza en los teclados de música
electrónicos. Cuando se aplica presión a la tinta, sus moléculas se reorientan
de forma que la resistencia eléctrica se ve modificada, algo que puede medirse
de forma fácil. Rosenberg utilizó la tinta en un principio para crear sensores
que pudieran incrustarse debajo de los bordes de la pista de tenis para
detectar automáticamente si la pelota entra o sale de los límites, aunque
empezó a cuestionarse si lo que tenía entre manos era la base de un buen
interfaz multi-touch para ordenadores. Empezó a colaborar con Perlin, un
profesor del Laboratorio de Investigación de Medios de NYU, para fabricar
superficies táctiles sensibles a la presión que pudieran reemplazar al ratón.
Mas información en: https://www.technologyreview.es/informatica/35798/un-toque-de-ingenuidad/
¡¡¡Un toque
de ingenuidad!!!
Superficies
sensibles al tacto….
Una superficie sensible a la presión y de bajo coste podría
hacer que las superficies fueran más inteligentes. Son superficies delgadas que
responden precisamente a la presión de no sólo los dedos sino de un amplio rango
de objetos, tal y como un pie, un bolígrafo o un palillo de tambor. Y es capaz
de sentir varios objetos al mismo tiempo.
La idea para crear este tipo de superficie se le ocurrió a
Rosenberg, estudiante de postgrado en NYU, hace unos años cuando se encontraba
trabajando en un polímero conductivo denominado como tinta de resistencia
sensible a la presión, que a menudo se utiliza en los teclados de música
electrónicos. Cuando se aplica presión a la tinta, sus moléculas se reorientan
de forma que la resistencia eléctrica se ve modificada, algo que puede medirse
de forma fácil. Rosenberg utilizó la tinta en un principio para crear sensores
que pudieran incrustarse debajo de los bordes de la pista de tenis para
detectar automáticamente si la pelota entra o sale de los límites, aunque
empezó a cuestionarse si lo que tenía entre manos era la base de un buen
interfaz multi-touch para ordenadores. Empezó a colaborar con Perlin, un
profesor del Laboratorio de Investigación de Medios de NYU, para fabricar
superficies táctiles sensibles a la presión que pudieran reemplazar al ratón.
Mas información en: https://www.technologyreview.es/informatica/35798/un-toque-de-ingenuidad/